... De vuelta de Semana Santa...
Tú en tu casa, nosotros en Higuera ;-)
Desvíate a 200 kilómetros de aquí y deja a mano derecha el Portugal: ya queda apenas nada para encontrar la señal. Pero antes, la flor de la jara, las curvas plagadas del olor a tomillo, ocho mil metros dando vueltas alrededor de taramas amarillas y blancas, de sierras verdes de encinas y rocas que arden con el sol, de margaritas cargadas de rocío, de bellotas caídas de los alcornoques y de la casita casi hundida en el Tajo, la que se ve desde el puente. Ahí lo tienes: Higuera 3. Si la encuentras, seguro que te merece la pena recorrer esa distancia y dar una vuelta por allí.
Me encontrarás, seguro. Puede que buscando cobertura más allá del cañazo, puede que mirando las estrellas en la carretera vieja. O tal vez bebiendo agua en la fuente vieja, o cogiendo higos de los huertos, sentada en las gradas de la plaza o en casa de alguna tía. Si es verano en la piscina, si es invierno al calor de alguna chimenea, tal vez asando castañas. Si no, entra a ver a Pinipon, si me queda algo de dinero te invito a una caña, bailaremos flamenco y batuka, y seremos de los malos para querer volvernos buenos... pero tú tendrás el miedo...
Si llegas ahora, estaremos comiendo el bollo de pascua en el merendero, al campo no vamos, porque va a llover. Vente con hambre, hay barbacoa todos los días. Y sobre todo, vente con sed. Aunque a lo mejor nos hemos ido a Roman, veintitrés razones son más que suficientes para pasarnos por allí. Y si no, viendo a las niñas. O subiendo o bajando alguna cuesta. O comprando camisetas rojas y negras de fiesta.
Y si se te hace de noche, una peli en casa de Tío Tomás -¡tranquila, poderosa!-, o a pasar frío al corral de Flora, o una oca y algo de fritanga donde Ali -¡ojalá se venga también Jesús!-, o unos minis en la puerta de los adosados vacíos, y después, siempre, a cotillear al bar.
Ellos a la derecha, ellas a la izquierda, Pini en la barra y nosotras en medio, partiendo la pana, rompiéndonos las lenguas, con la risa perpetua, con los vasos vacíos y repitiendo la música otra vez y otra vez más. Dame otros dos besos, que no nos hemos saludado, tu chico nos tiene desgastadas de tanto mirar, pero elige tu peinado favorito, que aquí tenemos algo que decir de cada una.
Ponnos unos cacahuetes, o unas aceitunas, saca unas pipas y unas gominolas. Y los cubatas, en vaso ancho, por favor. Y si ya son horas, ponnos unas lonchas de jamón. Y así, loncha con loncha, hasta que se nos gaste la noche. No importa, aún queda mucha mañana para dormir debajo de un kilo de mantas, calentitas, en silencio, con el ruido de fondo de las campanas de la procesión.
No estés en tu casa, que nosotras estamos en Higuera, y hay que liarla: nos vamos a reír, vamos a criticar, y vamos a reírnos otra vez y otra y otra y otra y otra y otra... hasta infinitas, incluso alguna más. Siempre de lo mismo. Hasta no poder más.Higuera para las tres... ¡y para otros trescientos! Por eso, si encuentras la señal, no seas vago. El camino se puede hacer andado -¡¡doy fe!!- y la meta merece la pena...
Ya sabes: ¡¡Higuera 3!!
Si vuelvo a nacer
te busco sin duda
detrás de la luna...
Hola guapa!!!!
Llevaba mucho tiempo sin escribir, lo se, lo se... XD, Con tanto comentarista poeta no doy la talla. Las lineas de codigo en plan matrix inspiran poco.
A ver si me llevas a tu pueblo este veranooooo. Q me has dejado con ganas despues de leerte.
O a ver si por fin, por fin, conseguimos coger un avion todas juntas e irnos a recorrer mundo. A gastarnos el dinerillo, y a hacer de turistas, y a pasear, y a reir, y a tirarnos por toboganes-obras de arte en museos, y a tumbarnos al solecito en parques famosos, y a meternos en voz alta con supuestos guiris "cabezones" que luego vuelven sentados a tu lado en el avion, y a...
(Eso si, a ser posible tambien a no encontrarnos atracadores bajitos emboscados en las esquinas. Ay! Mi libro firmado, sniff. Y ay mi rodilla. Y a todo, la verdad. Quien hubiera dicho q iba a conocer un consulado por dentro!!).
Un beso, te veo -posiblemente- esta noche.
Dos días de barbacoa y cena a lo grande por la nocheson solo para estómagos entrenados en Higuera!!
A Romangordo ni de lejos, pero al 23... Dónde se iría el mu pendón!!!
¡¡¡¡¡VIVA HIGUERA!!!!!
Hay que vivirlo pa sentirlo! jejeje
Besis!
Creo que es imposible ir a Higuera sin querer repetir...Un pueblo chiquitito, sí, pero sus gentes son de gran corazón, te dan una gran acogida y no dejan que te sientas triste, solo...siempre hacen lo que sea para que te sientes libre,alegre, feliz...Y la fiesta...¡qué fiesta! Mira, que yo he ido a fiestas y fiestas, pero jamás una como ésta...Higuera tiene magia...será por sus habitantes, que dan lo mejor de sí mismos...es ahí donde nace la magia (la magia del amor) como dices en otro lugar de tu blog.
Seguro que es un lugar encantador, porque la magia de los lugares se encuentra en los ojos de la gente que los describe y en la ilusión de quien los descubrió por primera vez.
Y en cada recuerdo de cada historia vivida, compartida y disfrutada por aquellos que volverán de nuevo alguna vez.