
Foto
No fue por los borbotones de sangre que se pelearon por salir de mi corazón cuando te vi ahí plantado, como en un espejismo, en una calle que te era ajena. O por lo menos no solo. No fue el escalofrío que me recorrió la espalda cuando nos chocamos sin querer en aquella acera tan estrecha, ni saber que no te atrevías, que no te habrías atrevido nunca, a mirar de cerca las líneas de mi mano. No fue porque de repente me vino a la mente el sonido de tu risa, igual, idéntico, que el primer día; tampoco porque me negara a no escucharte más al otro lado del teléfono. No fue por el acento de tus palabras al ponernos al día, ni por cómo se te cierran los ojos cuando no hace falta mirar. Ni siquiera fue algún punto suspensivo fallido, o algún intento de cuento, o algún mensaje a deshora tirado a un mar desconocido en una botella de cristal. No fue una canción, ni un poema, ni un pecado. No fue una palabra, una mirada, tus lunares.
Si aquella noche nos besamos fue porque tú habías visto una estrella que estaba sola en el cielo. Y porque yo sabía que si esa estrella estaba sola, era porque todas las demás estaban alineadas con ella.
Desde El CuentaCuentos
Foto
Veo el ojo que me mira, no sé qué esperáis de mí. Yo que muero cada día que tú te olvidas de mí... Soy un pez en una jaula, lo que quiero y lo que no, soy todo lo que me pasa... Tú me ves, yo no... (Fito&Fitipaldis)
© Copyright El ojo que te mira. All rights reserved.
Designed by FTL Wordpress Themes | Bloggerized by FalconHive.com
brought to you by Smashing Magazine