La boda acabó a lo Kill Bill, con balas y sangre a chorros resbalando por el suelo. Pero esta vez, la que disparó fue la novia. No fue con una pistola, es evidente: esas cosas solo pasan en las películas. Aquí, el disparo fue de palabras.
Dijo "no", pero el novio, y los padrinos, y las compañeras de trabajo, e incluso la tía Rita, que siempre había tenido un oído finísimo, especialmente para los chismorreos, entendieron "bang".
El disparo, claro, iba dirigido al novio, pero creo que lo recibió el cura, que puso unos ojos como platos y todavía acertó a balbucear una pregunta o algo así.
Luego "no, no, no, no". Más y más sangre. Y cada paso saliendo de la iglesia iba dejando otro y otro y otro estallido a su alrededor. El griterío y la confusión fueron enormes.
Fue mi hijo el que juró venganza: aunque pequeño, era lo suficientemente listo para saber que en aquella boda no iban a darle de postre la tarta que tanto le gustaba.
Imagen para la inspiración en Minificciones
Waw!! Me encanta!!!! Pobre crío, que poca solidaridad con su pena. XDD
El crío a un paso de ser catalogado como psicópata...
¿y por qué dijo que no?
Aplausos Virginia.
Una excelente minificción!
Me gustó mucho!
Saludos!
Me gustó. Lo vi en minificciones.
Saludos
Nahus, jaja, ya ves!! Nadie se toma en serio a los niños!
Reithor, no sé por qué dijo que no... habría que preguntarle quizás al crío.. XDD
Claudia, bienvenida!! Me alegro de que te haya gustado! Muchas gracias!
Sav, me alegro :) Gracias por pasarte por aquí también a comentarlo!
Besos a todos, gracias por los comentarios!!
Y de paso, quisiera invitarte a un sitio para compartir http://minificciones.ning.com/
Saludos!