Orange Green Pink

El ojo que te mira

Tiempos y relojes


...la semana más larga de la historia...
¡¡quiero acelerar el tiempo de nuevo!!



El tiempo corría tanto, que deseó romper las horas, multiplicar los días, tener otro minuto más para disfrutar del momento, para escaparse de todo y de todos, para huir de la locura del correr de cada instante.

Romper el reloj le pareció la mejor idea del mundo y, para no perder más tiempo, se lo arrancó de la muñeca y lo arrojó contra el suelo. La piel más blanca en esa zona brilló por un segundo, el último segundo. Y luego el reloj se paró y con él se pararon las horas.

Respiró en silencio. Miró su reloj parado, su tiempo inmóvil, su vida quieta. Y deseó que el reloj funcionara acelerado de nuevo.
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Abismo


No puedo volar más alto que yo mismo,
no puedo mirar sin vértigo al abismo.
Ya nadie podrá arrancarme tu media parte.
No puedo sin ti, no sé como olvidarte



Pero si tú sí estás aquí
y si te quedas junto a mí
te llevaré volando y subiremos
alto hasta las nubes...



Sin vértigo
El desván del duende
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Etiquetas: El Desván del Duende, Música edit post

Sin preguntas



Me quedé con la respuesta y he olvidado todas las preguntas. Borré las interrogaciones del miedo y los puntos suspensivos de las dudas. Un paso al frente, y una sonrisa, con la solución al problema apuntada en un folio amarillo, la fórmula que convierte la ecuación en un simple cuento para niños. Pasé la mano por la pizarra y borré el insomnio blanco de las noches de tiza. Y el sueño hizo desaparecer el cansancio de la incertidumbre. Dejé de ser un examinador inquieto, un periodista intrépido, un cotilla de patio de colegio. No hizo falta volver a preguntar, tu mirada lo dio todo: una respuesta, la respuesta, tu respuesta. Sin preguntas.


¡¡¡Leed más en LA LUZ OSCURA!!!
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La cuadratura de tu círculo


"
Al cruzarse, el círculo se enamoró del cuadrado y el cuadrado del círculo en una suerte de flechazo geométrico. Movido por una pasión desmedida, el cuadrado comenzó a acariciar la curvatura del círculo y éste le correspondió besando cada ángulo, cada arista, hasta adentrarse al fin en el epicentro de su área. Nueve meses después, nació una línea recta como muestra de su amor infinito.

Este cuento bien podría representar la intención de algunos científicos por encontrar una fórmula matemática que defina el amor. Una fórmula imposible de resolver si tenemos en cuenta la cantidad de incógnitas que sugiere. Las lágrimas, por ejemplo, jamás pueden ser fielmente representadas por su masa, o su volumen. Y los besos, tampoco. Quien se empeña en despejar la x, o la y de una pareja, en realidad está incitando al suicidio masivo de nuestros sentimientos. Si pudiéramos cuantificar mediante números cuánto nos queremos, perderíamos el último resquicio de magia que nos queda. No necesito que me quieras en grado 73 sobre 100. Sólo te pido que me quieras. Que me ayudes a olvidar la cuadratura de tu círculo.
"


Dando una vuelta en un taxi me he encontrado con este cuento tan precioso. Hace tiempo que sigo Ni libre ni ocupado, por lo bien escrito que está y por las cosas tan curiosas que cuenta. Hoy no me he podido resistir a copiarle esto.

El cuento porque me ha parecido demasiado real como para ocultarlo, demasiado verídico el cruce del círculo y el cuadrado y como se convierten en la misma cosa sólo porque están enamorados, sólo porque así es el amor.

Y la explicación del cuento porque contiene una de las declaraciones de amor más bonitas que he leído en mucho tiempo

Sólo te pido que me quieras. Que me ayudes a olvidar la cuadratura de tu círculo.

Y porque opino como él: el amor es el único resquicio de magia que nos queda...

Lo bueno de internet es que de vez en cuando, después de mucho buscar, encuentras premios como este.

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¿Enfermedad terminal?


El virus se ha hecho fuerte, y el ordenador muere cada día más. Siento dar la lata con este tema de nuevo, pero es que estoy triste, porque veo llegar una muerte inminente de todos mis documentos, almacenados ahí desde hace cinco o seis años, y no sé que hacer. Estoy en un proceso de grabado de cosas, por si hay que hacerle una operación a corazón abierto y al salir del quirófano ha perdido la memoria, pero me asaltan las dudas:

* ¿Ese monstruo infame que se multiplica por minutos se va a grabar también en el CD para volver a multiplicarse luego?
* ¿Cuándo una foto se infecta, la gente que sale en ella se pone triste, como si le hicieran vudú?
* ¿Y cuando se infecta un cuento le salen faltas de ortografía?
* ¿Si pierdo mi currículum perderé mi trabajo?
* ¿Y si pierdo mis fotos perderé mis recuerdos?
* ¿Y si pierdo mi música me quedaré sorda?
* ¿Y si pierdo la carpeta que se llama "Trabajos Uni" me quitan el título? ¿O se borra mi foto de la orla?
* Y (la pregunta del millón) ¿qué hago cuando acabe el proceso de grabado de cosas? (es lo que tiene no ser médico, que tienes que operar cuando lo más que sabes es que el catarro se cura con frenadol y reposo :S )

En realidad este post es para dar las gracias a Abel, Sarg, Mery y Shura por sus comentarios en el anterior... aunque casi todo me suena a chino, por lo menos me ha quedado claro que el virus es chungo chungo XDD

Y que yo tampoco quiero formatear!!! :’( ainssssss

Y... bueno... esto... para plantearos que... ¿si os invito a merendar os pasáis todos por mi casa y lucháis contra el monstruo hasta vencerlo definitivamente?? XDDD (eh, eh, que la merienda me la curro, prometido, os hago tarta, o trufas!! XDDD ...... no cuela, no? XDDD lo suponía... XDDD

En fin, me niego a pensar que la enfermedad es terminal, así que esta tarde intentaré seguir salvando partes.

¡¡Deseadme suerte!!
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1.273 virus encontrados


Y no es coña. Al menos, eso es lo que dice el super antivirus que nos ha conseguido el santo informático y paciente Abel. Por suerte, casi todos están ya destruidos. Sólo quedan 217 monstruitos malignos ahí dentro, con los que espero acabar esta noche (creo que acabar ayer a las 2:16 de la madrugada era demasiado como para seguir con la cura intensiva). Pobre ordenadaor. Moribundo y yo por ahí sin preocupación ninguna. Menos mal que se está curando, sería una gran pérdida (de fotos y cuentos, más que nada). En cuanto vuelva a estar sano y fuerte como siempre, os enseño alguna fotillo del último viaje, para dar un poco de envidia. Paciencia. Como la mía de ayer (los mil y pico virus hay que ir matándolos uno a uno). Que esto debe ser (ni idea de medicina de ordenadores) como el catarro: o te curas bien o recaes (y de esto sí hablo con conocimiento de causa). Y si enchufo la cámara, se me contagia, y no quiero más cacharros enfermos, que luego curarlos es un rollo
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La maleta


Que no se me olvide el secador. Al fondo metí las toallas, ¿verdad? Una grande para la ducha, otra pequeña para la cara... y la de playa. Dos bikinis. Y las chanclas, que no se queden aquí. Aunque no sea verano, por si acaso, nunca se sabe donde puedes acabar. ¿Tres vaqueros y una falda o meto los pantalones negros? Mejor meto los cuatro, y otra falda más. Y todas las camisetas, también la negra, por si salimos por ahí. Y jerséis, que aunque sea el sur, hará frío, lo mismo incluso llueve, voy a meter el paraguas. Y si llueve, mejor llevar las botas, y me sirven también para las faldas. Luego no me acordaré, voy a meter las medias ya. ¿Me llevo la americana de pana? Sí, y el jersey de cuello vuelto, quizás haga mucho frío. Tendré que meter bufanda y guantes. Pero eso luego, voy a pasar al neceser (cepillo -de dientes y del pelo-, pasta, jabón, champú, colonia, maquillaje, las pinzas). Y el líquido para las lentillas. Y la pasta de dientes. Y la crema hidratante. Y el brillo de labios. Y un espejo. ¿Por donde se sigue esto, que me estoy dejando aquí?
Solo falta el pijama, pero hace rato -más o menos desde que metí el abrigo- que esto no cierra... a ver, vamos a organizarlo otra vez, todo fuera. Y a descartar cosas. Pero que no se me olvide el secador. Ni las toallas. Ni el pantalón negro. Definitivamente, es hora de comprar otra maleta.


[hasta el domingo en Córdoba y Sevilla.
Sed buenos.
Cuidadme el blog]
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Sol de invierno


Aquí estamos los dos...
en una calle, besándonos,
esperando el sol de invierno...



abrazándonos...
aquí estamos los dos...
esperando el sol de invierno...

Sol de invierno
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Las calles de Víctor


Cuando la espera ha sido demasiado larga y las calles se han vuelto demasiado frías, todo puede parecer un laberinto o un puzzle de mil piezas a medio hacer. Víctor ya lo sabía cuando se encaminó hacia la plaza Mayor, sabía que se quedaría preso de sus soportales, perdido entre la niebla volátil de las tardes frías de noviembre. Sin embargo, a veces el destino no se puede elegir, igual que no se elige la temperatura de las calles.

Dejó atardeciendo los jardines de la plaza de Oriente y eligió pasear hasta el centro dando un rodeo. La catedral siempre le había parecido un capricho, algo que no debería estar allí, un antojo de Felipe II puesto en marcha por Alfonso XII, pero era la referencia donde girar a la izquierda para encontrarse con la calle Mayor.

Las calles no son del mismo color para todos, es un fenómeno curioso. Cuando Víctor se enfrentó de nuevo con aquella cuesta arriba sintió una sensación de gris. Para ser la calle Mayor, se abría oscura ante sus pies, como vacía. Tal vez incluso más fría que el resto de la ciudad. Aunque el calor de las calles, igual que el color, depende de los pies que las pisan, de los ojos que las miran.

Caminó despacio, con el cuello hundido en la chaqueta y las manos en los bolsillos. Cuando Víctor entraba en aquel estado de duermevela, de dejar atrás bocacalles sin fijarse en los azulejos que tienen dibujado su nombre, la gente, inevitablemente, desaparece a su alrededor. Aunque tal vez la calle Mayor ya estuviese así de sola antes de que él llegara. A su paso por la plaza de la Villa solo se le ocurrió pensar que una ciudad tan grande no se merece una plaza tan poco lucida. Tal vez fue eso lo que le hizo seguir calle arriba, en línea recta, hasta la Plaza Mayor.

Sol a lo lejos es un hervidero de vidas dispares, un poco incomprensibles. Como otro universo, como otro mundo que no pudiera ser el mismo que el del vacío bajo sus pies. Como no podía ser de otra forma, Sol es amarillo, aunque Víctor no supo decir si era por el reflejo de la bola del reloj, por los destellos de la gente, cruzando de un lado a otro a la velocidad de la luz, o por un rayo del metal dorado que se incrusta en el kilómetro cero. En realidad da lo mismo. Víctor siempre había preferido la relativa clama naranja de la plaza Mayor.

Cometió el error de quedar atrapado en sus pensamientos, y no pudo ver por cuál de los arcos que rodean la plaza había entrado. Bajo la estatua ecuestre, tan anacrónica e inútil como el resto de las estatuas, tan incómoda como todos los pedestales, se sintió en mitad de un laberinto rojo sangre, y no tuvo fuerzas para salir. La humedad que le subía por los pies le recordó que el rectángulo de adoquines, aún sin tener un arco de salida, casi siempre regalaba un destino concreto o un encuentro casual. Y se preguntó de qué color sería la plaza para el resto de sombras que aparecen allí, tan perdidas como él.

Paseando por mi laberinto de baldosas desdibujadas -calientes para mí-, convencida de que todos los arcos de salida estaban cerrados, me encontré de lleno con los ojos perdidos de Víctor. Supe enseguida que tenía los pies húmedos, como el alma, y que había deambulado sin rumbo, calle arriba, sin fijarse en los nombres de las calles, envuelto en una nube gris. Sin duda, también me había estado esperando un buen rato. Todavía con la niebla envolviendo la plaza y la temperatura del asfalto sin templar, Víctor me reconoció también. El camino de baldosas amarillas comenzó a dibujarse lentamente bajo nuestros pies.
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Standby


Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera...
quiero fundirme en tu fuego
como si fuese de cera...









Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas, las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me venden clines
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.
Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.
Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira.


Francisco M. Ortega Palomares



{Vale, lo reconozco, os lo he robado de Achorock... pero es que no conocía la canción con esta poesía antes, y no puedo parar de escucharla. Será porque también vivo un poco así, en standby, en estado de espera... o porque soy impaciente y no me gusta esperar, o porque no me esperaba a una señora tan mayor en el videoclip, o porque me gustaría estar parada junto al mar mientras que el mundo gira, y no girando más deprisa que el mundo y muy muy lejos del mar. En cualquier caso, esta canción es de mis favoritas, ya era hora de que apareciera por aquí.

Se la dedico a todos los que esperan. Y a todas las esperas que merecen la pena}
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Magia


...pero a veces las cosas no se saben o no se pueden explicar. Y algunos dicen que eso es la magia. Si eso ocurriese ahora, aquí, ante tus ojos, si no hubiese ninguna otra explicación digna de aceptarse, eso podría ser magia sin más. A veces la magia es solo un truco, pero un truco puede explicarse, puede aprenderse, se puede practicar, ensayar y mejorar. Y un truco puede incluso fallar. Sin embargo, la magia no falla. Y tampoco se enseña, ni se aprende, ni se practica, ni se mejora. Porque es magia. Y de entre todas las magias, la más real y la más innegable, es la magia que llamamos amor. ¿O acaso alguien tiene una explicación para el amor? ¿Puede alguien explicar por qué cuando cierras los ojos por las noches, inevitablemente, antes de dormir, piensas en él? ¿O por qué te parece más guapa que la modelo mejor cotizada? ¿Por qué su cuerpo desprende más calor que cualquier manta? ¿Por qué sus labios saben a azúcar cada mañana? ¿Por qué su mirada es capaz de calmar todos tus miedos? ¿Por qué aún te pones nervioso cuando suena su voz al otro lado del teléfono? ¿Por qué una palabra, un gesto, el más leve movimiento te puede hacer feliz? Es amor. O magia. Lo mismo da, porque ambas cosas son lo mismo. Así que es muy fácil saber que la carta que elegiste, la que sacaste de la baraja al azar, y tuviste oportunidad de cambiar, la que enseñaste al público y guardaste entre tus manos todo este tiempo, es el as de corazones. ¿Cuál otra podría ser, que representara mejor la magia, que representara mejor el amor?
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¿¿Ahora qué??


...mierda de injusticias laborales...
·
·

AHORA
.....................que gritamos

y casi nadie escucha...................

................AHORA

que el silencio......................

..................lo dice casi todo...

¿¿¿Ahora qué???
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Veo el ojo que me mira, no sé qué esperáis de mí. Yo que muero cada día que tú te olvidas de mí... Soy un pez en una jaula, lo que quiero y lo que no, soy todo lo que me pasa... Tú me ves, yo no... (Fito&Fitipaldis)

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