Me quedé con la respuesta y he olvidado todas las preguntas. Borré las interrogaciones del miedo y los puntos suspensivos de las dudas. Un paso al frente, y una sonrisa, con la solución al problema apuntada en un folio amarillo, la fórmula que convierte la ecuación en un simple cuento para niños. Pasé la mano por la pizarra y borré el insomnio blanco de las noches de tiza. Y el sueño hizo desaparecer el cansancio de la incertidumbre. Dejé de ser un examinador inquieto, un periodista intrépido, un cotilla de patio de colegio. No hizo falta volver a preguntar, tu mirada lo dio todo: una respuesta, la respuesta, tu respuesta. Sin preguntas.
¡¡¡Leed más en LA LUZ OSCURA!!!
Y además, un montón de polno y serso duro!
En la rutina de los d�as, y con m�s frecuencia de la que nos imaginamos, un hecho en apariencia normal, puede cambiarlo todo.
Pero como animales apegados a la costumbre, pocas veces nos aventuramos en lo desconocido, en el azar, en la aut�ntica aventura.
Es el miedo a descubrir que somos en realidad lo que nos imposibilita a compararlo con la imagen que nos hemos creado de nosotros mismos.En la seguridad de asumir el camino m�s conocido nos perdemos la originalidad de seguir aquellos que en apariencia, nos est�n vedados.
Yo, por ejemplo, llevo enamorado m�s de 3 a�os de la misma mujer, pero jam�s podr� dec�rselo.
Aunque a veces, lo haga a mi manera...
Ahí, ahí, Sarg, publi atractiva!! ;)
Anónimo, yo también creo que muchas veces algo que parece trivial puede cambiarlo todo en cualquier momento, es una de esas pequeñas magias de la vida. Aunque bueno, la mayoría de las veces no es cuestión de atreverse a algo o no: cuando ocurre algo que te lo cambia todo, casi siempre no queda más remedio que ir en la dirección de ese cambio....
Besos a los dos!