o quizás es solo que hoy nos parece infinita
después de que ayer nos perdiéramos
entre los laberintos
de sus sábanas...

Ahora me viene a la memoria la historia del buhonero de tres patas y las hijas del mercader. Al parecer este mercader era próspero y rico gracias a las cualidades de sus tres amadas hijas. La mayor era bondadosa y justa, la mediana era fuerte y organizada, la pequeña era inteligente y pícara. Y las tres eran tan hermosas como lo había sido su madre.
He hablado miles de veces por aquí del mar y de la playa, y creo que nunca de la piscina.
y las sombras de las sombrillas de la playa... ejem...)
Aquel día vendí mi alma, mi honor y mi orgullo, ¿y para qué? Para conseguirte aquella bicicleta. Me explico.
La puerta era tan antigua que probablemente ya estaba allí cuando llegaron los primeros pobladores, y debieron de construir la mansión en torno a ella. Eso explicaría, por ejemplo, el eterno olor a madera mojada dentro y fuera de la casa. Explicaría también por qué al atravesarla el mundo daba un giro de 180 grados y nos dejaba colgando boca abajo, como pendiendo de un hilo transparente, con una suave sensación de balanceo.Veo el ojo que me mira, no sé qué esperáis de mí. Yo que muero cada día que tú te olvidas de mí... Soy un pez en una jaula, lo que quiero y lo que no, soy todo lo que me pasa... Tú me ves, yo no... (Fito&Fitipaldis)
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