Y es curioso. Sobre todo teniendo en cuenta que vivo en Madrid, donde no hay playa, y he pasado la mayor parte de mis veranos en Higuera, donde tampoco la hay. Y que la primera vez que vi el mar tenía unos doce o trece años. Y que estuve nadando casi a diario en una piscina -cubierta- desde los diez hasta los veinte más o menos. Y que he andado tres kilómetros a las tres de la tarde del agosto extremeño por una carretera cuando no había piscina en Higuera y había que ir a Romangordo.
Supongo que la piscina tiene menos glamour, es más como de andar por casa. Y realmente la playa está muy por encima: el agua no tiene cloro, la extensión es infinita, hay olas, el moreno no es color obrero, sino color arena, puedes pasear por la orilla durante kilómetros...
Pero la piscina tiene dos cosas que me encantan: césped y sombra.
No nos engañemos: la arena de la playa es
Todo esto viene a cuento porque ayer fui a la piscina. Es la segunda vez este verano.
¡Cuánta felicidad!
=)
Fotos de Yuli Bow (1) y Elena Kalis (2 y 3),
en la web 10x15
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Todavía no ha llegado el verano jeje
sales bastante bien en las fotos :)
Milo, no te pongas puntilloso!! :P Hace calor, luego es verano!! XDD
Reithor, jajaja, ya me gustaría salir así de bien y tener fotos tan guays de mi misma debajo del agua!! Estaría bien ser la cría pequeña de la última foto, me pido tener esa edad!! jajaja!
Pues nunca hablo yo de la piscina... :)
Y es que siendo de playa y mirando al océano... como que te olvidas de todo.
Últimamente uso la piscina para hacer largos tras el gimnasio :) Me quedo con la arena de playa, que es como si fuese mi piel :)
Besos.
P.D.: Me imagino la sensación de ver el mar con 13 años... debe ser algo único.
AdR, ves? es que es verdad que la piscina tiene como menos glamour... parece que no puede surgir un cuento de una piscina, que se necesita algo más grande, tipo mar, no?
La sensación de ver el mar siempre me provoca algo único, tenga los años que tenga =)