Y en cierto modo era verdad, porque todos los amores tienen algo de nuevo, y algo de primera vez, por muy vieja que sea su historia.
Lo de las agujetas les asustó bastante, por si estaban haciendo algo mal, pero solo fue al principio. Seguramente era tan simple como que no habían calentado bien antes de entregarse a aquella carrera de obstáculos, o que habían abandonado el ring donde llevaban mil horas luchando de forma tan precipitada que no tuvieron tiempo siquiera para estirar.
Se plantearon dejarlo, para evitar ese dolor. Pero todo el mundo sabe que en realidad el de las agujetas es un dolor dulce. Y todo el mundo sabe que con la dosis previa de azúcar correspondiente, no se tienen agujetas. Y todo el mundo sabe lo más importante: que las agujetas se quitan repitiendo el mismo ejercicio una y otra vez.
Para El CuentaCuentos
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Flipo contigo, Vir-sensei
El final es muy muy bueno ... ;)
Muy tierno Virginia.
Saludos.
"Agujetas de tanto amar", genial! Ya va siendo hora que alguien dejase de utilizar la manida frase de: "te amo tanto que duele". Señorita Virginia me quito el sombrero por su originalidad.
Sarg, me lo tomaré como un cumplido =)
Sara, es una verdad!! jajaja!
Gabriel, como todos los amores adolescentes =)
Fantasma, algo tan bonito como el amor se merece doler con un dolor dulce, como el de las agujetas, creo yo! ;)
Muchas gracias a los cuatro!!
Besos!!
Claro que es un cumplido! XD