¿Qué le lleva a alguien a robar una obra de arte? Es algo que me llama mucho la atención porque, si te gusta mucho un cuadro, normalmente puedes verlo siempre que quieras en su correspondiente museo y, de paso, dejas que otros se maravillen con lo mismo que te impresiona a ti. O puedes tener en tu casa una reproducción, o verlo a través de Google cada vez que enciendas el ordenador. Pero lo que querer tener el cuadro original me suscita varias dudas.
Por ejemplo, ¿dónde lo colocas? Porque la policía y el mundo entero estarán buscando la pintura, así que no la puedes poner en un sitio visible. Vamos, que no puedes lucirla, ni presumir de que la tienes, ni exhibirla, que es lo que yo haría con un cuadro que me entusiasma. Y ¿qué sentido tiene tener el arte escondido? Ni lo disfrutas tú, ni dejas que lo disfruten otros... y el arte que no se da a conocer, el que nadie comparte, para mi es arte muerto, es como si no existiera, porque el arte se hace para el disfrute, para deleitar, y si nadie lo aprovecha, pues se pierde su sentido, creo yo. Eso sin contar cómo coño (con perdón) te llevas la pintura en cuestión del lugar donde se encuentra, que me parece infinitamente complicado. Y por el valor monetario... bueno, lo más probable es que, si la intentas vender, te pillen a la primera, así que tampoco le veo mucho sentido.
Toda esta parrafada viene porque han robado hoy dos cuadros de Picasso de la casa de su nieta. No salgo de mi asombro. A mi el arte moderno no me gusta especialmente, pero Picasso sí. Me empezó a gustar a raíz de una exposición conjunta del Prado y el Reina Sofía, a la que fui por casualidad, y de la que salí impresionada. Me pareció espectacular la manera en que están pintados sus cuadros, no sé si por los colores, por las formas, por sus trazos seguros y firmes, por la manera transparente de representar sentimientos y estados.
No sé mucho de cubismo, pero lo cierto es que para mí Picasso es un auténtico genio. Aunque no lo entienda (otra cosa más que no hay que entender, sino sentir). De los dos cuadros que han robado (Retrato de una mujer, Jacqueline, y Maya à la poupeé) sólo he visto el segundo, y me parece una dulzura, se nota claramente que se lo pintó a su hijita. Espero que el loco que se los llevó los devuelva pronto.
Es lo bueno, según mis pequeñas investigaciones (véase lectura de varios digitales), casi siempre los cuadros robados vuelven al poco tiempo a manos de sus dueños.
Por ejemplo, ¿dónde lo colocas? Porque la policía y el mundo entero estarán buscando la pintura, así que no la puedes poner en un sitio visible. Vamos, que no puedes lucirla, ni presumir de que la tienes, ni exhibirla, que es lo que yo haría con un cuadro que me entusiasma. Y ¿qué sentido tiene tener el arte escondido? Ni lo disfrutas tú, ni dejas que lo disfruten otros... y el arte que no se da a conocer, el que nadie comparte, para mi es arte muerto, es como si no existiera, porque el arte se hace para el disfrute, para deleitar, y si nadie lo aprovecha, pues se pierde su sentido, creo yo. Eso sin contar cómo coño (con perdón) te llevas la pintura en cuestión del lugar donde se encuentra, que me parece infinitamente complicado. Y por el valor monetario... bueno, lo más probable es que, si la intentas vender, te pillen a la primera, así que tampoco le veo mucho sentido.
Toda esta parrafada viene porque han robado hoy dos cuadros de Picasso de la casa de su nieta. No salgo de mi asombro. A mi el arte moderno no me gusta especialmente, pero Picasso sí. Me empezó a gustar a raíz de una exposición conjunta del Prado y el Reina Sofía, a la que fui por casualidad, y de la que salí impresionada. Me pareció espectacular la manera en que están pintados sus cuadros, no sé si por los colores, por las formas, por sus trazos seguros y firmes, por la manera transparente de representar sentimientos y estados.
No sé mucho de cubismo, pero lo cierto es que para mí Picasso es un auténtico genio. Aunque no lo entienda (otra cosa más que no hay que entender, sino sentir). De los dos cuadros que han robado (Retrato de una mujer, Jacqueline, y Maya à la poupeé) sólo he visto el segundo, y me parece una dulzura, se nota claramente que se lo pintó a su hijita. Espero que el loco que se los llevó los devuelva pronto.
Es lo bueno, según mis pequeñas investigaciones (véase lectura de varios digitales), casi siempre los cuadros robados vuelven al poco tiempo a manos de sus dueños.