-Tú y yo nos conocemos- le dijo su reflejo mirándole a los ojos desde el otro lado del espejo.
-El caso es que me suenas, pero...- le contestó.
...pero... habían pasado tantos años, y habían pasado tantas cosas, que le fue imposible reconocerse o situar en aquel rostro algún momento de su pasado.
Para El CuentaCuentos
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Algo oscuro había ocurrido...
Besos
Muchas veces no me reconozco, pero es porque todavía no he logrado llegar a conocerme del todo.
AdR, sin duda...
Nahus, no habría poderlo dicho mejor!!
Besos!!
Me ha recordado a la canción de Ismael Serrano, Vértigo... la parte de " y cuando por fín me observe en tu espejo, espero al menos que me reconozcz, me recuerde al que soy ahora"...
Me ha gustado la historia, será porque eso de reconocerme y no perderme en el camino a algo siempre lo he tenido muy presente.
¡un abrazo!
Muy bueno, Virginia. Breve, contundente y reflexivo.
Saludos.
Excelente, gracias a tu comentario en mi blog te encontré.
Un abrazo
Ese mudo personaje que tiene la manía de aparecernos cada vez que pasamos por delante de un espejo.
Y creo que es quien mejor nos imita :)
Gran relato Virginia, el cristal desaparece por un instante y ambos lados parecen reconocerse, puede que descubrirse,
Un abrazo!
*Gracias por el artículo! Tú los escribes tb? Genial, que no piensen que son intocables.
Síii, a veces el espejo nos delata ¡Je,je,je!
Saluditos.
Paula, jeje, no lo había pensado! A lo mejor le dedico otro post a esa canción para gritar que el mundo pare, que falta me hace!
Ya he probado lo de los vídeos del Youtube, y sale!! Gracias!! ;)
Gabriel, muchas gracias, me alegro de que te parezca bueno :)
Pepe, gracias a ti por la valoración (aunque exajerada, jeje!) y por la visita! Nos leemos!
Carlos, muchas gracias! Siempre me han dado mal rollo los espejos, quizás es por el miedo a mirarme un día y no reconocerme...
Esther, es lo que tiene reflejarlo todo!!jejeje
Muchos besos a todos! Gracias por los comentarios!
Hay una historia triste en mi familia. Es la de mi abuela. La pobre no se reconoce en el espejo. A la persona que ve la llama señora. Ella se recuerda joven y guapa, y así es feliz. Lo que está claro es que para nosotros sigue siendo joven y guapa, sobre todo de espíritu. Me ha encantado! Besos ;D
Emma, no es una historia tan triste... seguramente se ve joven y guapa porque ES joven y guapa! Hace bien por llamar "señora" a la del espejo :)
Me alegro de que te haya gustado!
Un beso!!