Orange Green Pink

El ojo que te mira

Fabulosa


Lo más importante, querida, es vivir una vida fabulosa. Sin importar cuán larga es. Te lo digo ahora, desde el principio, aunque no te estés enterando muy bien, y aunque no te vayas a acordar. Ya me encargaré yo de repetírtelo. Y seguro que me llamarás pesada, que no me harás ni caso, que creerás que es una locura más de la vieja de tu madre. Pero a lo mejor algún día te das cuenta de lo importante que es convertir en fabuloso todo lo que hagas.

Fíjate que digo "fabuloso". Ni estupendo, ni maravilloso, ni magnífico, ni perfecto. Porque todo eso sería imposible: habrá días malos, grises y accidentados, seguro. Pero que sean siempre fabulosos, de fábula, de esos que merezcan la pena vivir. Que te enseñen algo, una moraleja, o una frase o un camino para no seguir por él. Que sean un cuento. A veces, un cuento de hadas, y tú allí de princesa. Y otras veces tú de bruja, o tú de espectadora o, por qué no, de narradora. Y otras veces, una novela policíaca, una historia de miedo, un monólogo del club de la comedia, una página en blanco, una carta de amor, un cuento chino. Pero que al final en tus ojos se pueda leer la fábula de tu vida.

No te preocupes, no es una tarea tan dura: el cuento no lo escribirás sola. Yo te ayudaré, te daré ideas siempre, pero no quiero que siempre las cojas. Quiero que tú también inventes. Que pruebes. Que experimentes. Que me lleves la contraria. Que te equivoques. Que yo me equivoque, y tú te des cuenta, y me superes. Y habrá otros dispuestos a marcarte un guión: tus amigos, tus maestros, tus enemigos, tus jefes, tus empleados, hasta los extraños que te cruzas por la calle. Lo bueno es que tú eres la única que tiene en su poder los folios y la pluma para escribir esa historia. Lo bueno es que siempre se puede tachar lo que no te gusta, pasar página, hacer borrón y cuenta nueva. Siempre hay una hoja en blanco más. Aunque las frases tachadas no se destruyen. Esto no es una pantalla de ordenador, querida. Y casi mejor, a veces nos gusta releer incluso lo que hemos desechado. De eso, casi siempre, es de lo que más se aprende.

Lo siento, yo tampoco te puedo decir mucho más de lo que será la fábula de tu vida. Te puedo recordar el principio: este día, esta hora, tu carita roja y arrugada, la pulsera de plástico diminuta que te ha atado a la muñeca para que no te pierdas entre otras pequeñas, las lágrimas de alivio de papá, las sábanas de este hospital. El resto es tuyo. Desde aquí hasta que dure. No importa cuánto. Pero querida, hazme caso, que merezca la pena. Que sea fabuloso.

Para El CuentaCuentos
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12 miradas | Lo ha visto Virginia Vadillo

Etiquetas: CuentaCuentos, Cuentos edit post

12 miradas

  1. Paula on 10 de diciembre de 2008, 13:29

    y tanto que diferente! jeje. bonita historia, y bonito consejo a la vez.
    saludos!

     
  2. shura on 10 de diciembre de 2008, 17:10

    Simplemente precioso, una auntentica preciosidad.

    Otro cuento que sube al top ten.

    PD: Jolin es que esta escrito genial, es una maravilla!!. Es de muchisimo nivel!!. Pufff es que se puede publicar tal cual!! y lo fliparian las editoriales!!.

     
  3. Virginia Vadillo on 10 de diciembre de 2008, 17:25

    Paula, jeje, sip!
    Gracias por pasarte por aquí!!

    Shura, eres un poco exageradísimo, eh!! XDD
    Y que jolín, que tampoco es de tantísimo nivel... seguramente es solo que te ha conmovido ese piececito tan mono que acompaña el texto, jejeje
    Besito!!

     
  4. Sarg Bjornson on 10 de diciembre de 2008, 18:07

    He aquí uno que, aunque se me ocurre cómo luzoscurizarlo, me da penita...

     
  5. Rebeca Gonzalo on 10 de diciembre de 2008, 19:24

    ¡Fabulosa la enseñanza, vitalidad y optimismo de estas líneas! No es para nada un cuento chino, sino una maravillosa senda de estrellas y soles que dibujan y colorean la vida de un recién nacido cobijándolo en el amor de una madre. De verdad... ¡Precioso!

     
  6. Sara on 11 de diciembre de 2008, 16:21

    No hay nada como una vida que empieza... todo lo que le puedas decir es poco en comparación con lo que se va a encontrar.
    Muy delicado, me ha gustado.
    Un saludo ;)

     
  7. David Martín on 11 de diciembre de 2008, 20:46

    No te puedes imaginar la de vueltas que le he dado a este cuento a lo largo de mi vida. Y mira, entre nosotros y los que leen este blog, no hemos sido los únicos que le hemos dado vueltas a lo largo de los siglos.

    Me ha gustado, qué demonios. Si no no estaría comentando en este momento.

    Y como tú has regalado este cuento/reflexión yo te cito a los clásicos para que veas que, efectivamente, ellos ya pensaban sobre el tema hace unos cuantos milenios (sí, milenios en este caso).

    "El secreto de la vida está en hacer aquello que merece la pena ser escrito y en escribir aquello que merece la pena ser leído".

    Lo demás son vainas. Y de eso es lo que habla este cuento al que yo añado la coletilla de reflexión.

    ¡Salud!

     
  8. Sarg Bjornson on 11 de diciembre de 2008, 21:09

    David, estás perdiendo fuelle... Tu comentario no es ofensivo ni provocador, ni siquiera en un 1%. ¿Qué vamos a decir tus fans?

     
  9. Virginia Vadillo on 12 de diciembre de 2008, 14:21

    Sarg, te da penita?? que no!! que es un consejo bonito!!!

    Sechat, muchas gracias!! Hay que empezar las cosas con optimismo, para lo malo ya habrá tiempo luego ;)

    Sara, totalmente de acuerdo, no hay nada como una vida que empieza =)

    David, gran reflexión! Difícil de conseguir, pero así es, hay que hacer que merezca la pena... Por cierto, no esperaba encontrarte por aquí hasta que dejara de ser cursi XDDD Me alegro de verte de todos modos! :P

    Sarg, un pie de bebé le saca a todo el mundo el lado tierno ;)

    Un beso para cada comentario, chicos!! Gracias! ;)

     
  10. Sarg Bjornson on 12 de diciembre de 2008, 22:07

    Quería decir que me da penita coger un relato tan bonito y hacer la parte oscura :)

    Porque iba a tener que ser muy, muy pero que MUY oscura, y luego la gente me dice que si patatín y que si patatán XDD

     
  11. Pugliesino on 18 de diciembre de 2008, 1:09

    Delicadeza,suave la textura que das a la narración,y al mismo tiempo la esperanza que le transmite ante la dureza de la vida que le espera.
    Felicidades por un bello relato!

     
  12. Virginia Vadillo on 18 de diciembre de 2008, 13:46

    Sarg, un nacimiento solo se merece parte de luz =)

    Carlos, muchas gracias!! Me alegro de que te lo haya parecido :)

    Besitos

     


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Veo el ojo que me mira, no sé qué esperáis de mí. Yo que muero cada día que tú te olvidas de mí... Soy un pez en una jaula, lo que quiero y lo que no, soy todo lo que me pasa... Tú me ves, yo no... (Fito&Fitipaldis)

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