Su mirada se había perdido días atrás, y se volvía cada vez más tenue, como vista a la luz de un atardecer.
En otros momentos había tenido miedo del abismo del tiempo, del vacío del silencio, de lo profundo de una noche a solas.
Ahora, realmente, lo único que le preocupaba era no ser capaz de traer a la imaginación aquella mirada otra vez más...
En otros momentos había tenido miedo del abismo del tiempo, del vacío del silencio, de lo profundo de una noche a solas.
Ahora, realmente, lo único que le preocupaba era no ser capaz de traer a la imaginación aquella mirada otra vez más...