Gracias, Javi
y dejar que te tocara el sol...
Todavía hoy, tanto tiempo después, al ver la fecha en el ordenador he pensado: "Quedan dos meses para Loiola". Estoy melancólica. No sé si es por la lluvia, que da tendencia a estas cosas. Pero ayer me acordé de Lau Teilatu, que hacía mucho que no la oía, y pensando en esa canción, me he acordado de un montón de canciones más que van ligadas a aquel albergue y a aquellos días. Me he acordado de aquella foto que tuve tanto tiempo en la habitación, delante del Santuario, en el 98, una tarde que estaba medio lloviendo, como siempre por allí. Me he acordado de una cosa que escribí en el autobús de vuelta, y que no tengo ni idea de dónde estará ahora, y que describía aquella montaña verde que irradia la esperanza de un nuevo amanecer, y que acababa diciendo que en Loiola estamos todo el año... ¡¡qué tiempos!!
Este post es para todos los que fuimos Loiola, para todos los que contamos los días que faltaban, para todos los que llorábamos el último día cuando nos bailaban el tallarín desde la verja de detrás de la casa, cuando ya arrancaba el autobús. Es para los que ponemos esa sonrisa, que a la vez es un poco triste, cuando vemos las fotos, cuando nos acordamos de esas literas de tres, de la niebla cubriendo el santuario, de la playa de la concha, de la subida al monte Urgull en pleno diluvio, del juego del beso, del bar de los sofás verdes, de la última noche, del buzón del amor, de los grupos de cocina, de Manises, de Beraun. Es para todos los que conocieron el espíritu Loiola... (buf, si esto lo escribo hoy... ¿¿¿qué voy a escribir en julio??? XDDDD)
La canción es especialmente para dos personas: para Abel, el castellano parlante que mejor canta en euskera esta canción, y uno de los que más sabe de Loiolas y de lo que significan ;-D. Estoy pensando en ti desde ya, para que te salga muy bien esa mierdecilla de examen que tienes mañana, que lo tienes más que aprobao, porque tú puedes con eso y con mil millones de cosas más...

También es para Shura, porque es ver esa foto tan chula del gato y acordarme de esta canción (sip, es verdad, al final no decía nada de los gatos, y quien estaba entre los cuatro tejados mirando la luna, según la traducción, eres "tú", pero me da igual... para mí, siempre hablará de ese gato que mira a la luna ;-D ). Tú no sabes nada de Loiola, y probablemente ni siquiera te acuerdes de cuando de hablé de esta canción, pero tu gato estoy segura de que ha influido en que me salga este post ;-D

naiz ta ziur zure aita ere bai;
ta zer ondo...
zelan dijua zure bufanda txuria.
Lau teilatu gainian
ilargia erdian, eta zu
goruntz begira,
zure keia eskuetan
putzada batekin... putz!
Neregana etorriko
da a berriz izango
gara zoriontsu
edozein herriko jaixetan.
Goxo goxo
kanta egin nazu
Benitoren Marea Solt.
Negarrik ez,
txuri zaude ta malkoak
zure kolorea kentzen dute.
Lau teilatu gainian...
Felix, Felix
bihar berriz egongo gara
txanpain apur batekin;
diru gabe baina izarrak
gurekin daude,
piano baten soinuaz.
Lau teilatu gainian...
Sobre cuatro tejados la luna en medio, y tú mirando hacia arriba. El humo en tus manos con un suspiro... ¡puf! vendrá a mí y seremos de nuevo felices en las fiestas de cualquier pueblo.
Dulcemente cántame el Marea Solt de Benito. No llores, estás pálida y tus lágrimas te quitan el color.
Sobre cuatro tejados...
Felices volveremos a estar mañana, con un poco de champán, sin dinero; pero las estrellas están con nosotros, al sonido del piano.
Sobre cuatro tejados...}
y es propiedad exclusiva de Shura XDDD)

Pienso que podría decirte que no es justo, que no valen los exámenes sorpresa, que yo no busco tu aprobado, que no me importan tus suspensos, arrugar el folio y entregarlo en blanco. Y sin embargo, empiezo a garabatear unas líneas, algo un tanto cursi sobre tu sonrisa de otro universo, sobre las pecas que te cubren la nariz cada verano, sobre esos hombros redondos que no me atrevo a tocar, aunque me muera de ganas. Pero sigo pensando que no lo mereces. Y me gustaría enfadarme contigo, pero esos hoyuelos que te salen junto a la comisura de los labios me ganaron la batalla hace mucho -demasiado- tiempo.
Así que empiezo de nuevo. Y te hablo de los sueños, de la luna, de un deseo y de la magia. Y en la tercera hoja no va la vencida, y en la cuarta, tres cuartos de lo mismo. Me sale hablar de ti, o hablar del tiempo, pero de pronto, no se escribir la palabra "nosotros", y el "yo" está escondido, y lo mío me aburre, y lo de aquí y ahora no tengo ganas de contarlo. Y paso página, como me gustaría hacer con tantas cosas, para darme cuenta de que, por mucho que lo intente, detrás queda otra hoja, y otra, y otra más... infinitas... demasiadas hasta que acabe el cuaderno.
Así que lo veo claro, me levanto, y te llamo a voces en la noche, hasta que me oyes y acudes. Aquí me tienes, y aquí te tengo, y te doy el papel, un poco arrugado por las esquinas, y también en el medio, por el sudor de los nervios de mis manos. Y no sé si en tu cara se pinta la decepción o la sorpresa cuando entiendes que todo lo que puedo decirte con palabras es ese folio en blanco. Lo demás, prefiero que lo descubras por ti mismo. Que no sea yo, ni seas tú quien escriba nuestra historia. Porque ahora, aquí, ante ti, otra vez y como siempre no sé nada, no soy nada, no quiero nada, no necesito nada, no pienso en nada... estoy en blanco.
Tienes que ser un milagro porque, si no, no me explico que a una cosa tan pequeña se la pueda querer tanto...
asustando al miedo...
Sentada en un sueño...
Foto by Sara
Es una historia de idas y venidas, de trajinar, de no estarse quieto, porque el mundo no puede pararse ahora, precisamente ahora, no. Es una historia sin título, sin prólogo y sin epílogo. Sin trazos absurdos que al final se olvidan, o simplemente no se leen. Es una historia que es en realidad un resumen, que se queda en lo esencial. Pero no es un esquema, porque los detalles los quiero todos, no quiero que se pierda ni uno solo de los instantes que la historia pueda contener.
Es una historia fabricada de recuerdos, como todas las historias que merecen la pena (sí, otra vez). De recuerdos y de ideas, y de lo que quieres recordar aún sabiendo que nunca pasó. Es una historia de lo que ha sido, de lo que es, de lo que será... y de lo que yo habría hecho que fuera de haber podido mover los acontecimientos, como los mueve en una novela el narrador. Es una historia de ahora, que en realidad es lo único que interesa. Si fuera de antes, llegaríamos tarde, si fuera de después, tal vez no podríamos llegar a tiempo, y se perdería también.
Es, por supuesto, una historia hermosa. Hay demasiadas historias horribles en el mundo, así que, si yo fuera historia, trataría de ser hermosa, al menos para contrarrestar, o para que el desastre, si no se remedia, no pueda crecer más. Y es una historia alegre, las noticias tristes no hace falta contarlas, ya se oyen por ahí.
Es una historia cuidada, releída y retocada muchas veces, estudiada con tesón. Es una historia escrita con cariño, con una sonrisa. Y está escrita en momentos de sosiego, sin nada alrededor que moleste o que distraiga, para que no queden cabos sueltos. Es una historia nacida del puro placer de hacer nacer historias, escrita sin presiones, por el simple gusto de escribir. Es una historia sin prejuicios, una historia urgente, una historia que tiene la necesidad de ser contada. Es, casi, casi, una historia imprescindible, aunque puede que eso sea ya demasiado decir.
Y por esta vez, la historia tiene irremediablemente un final feliz. Si por casualidad encuentro la estrella fugaz que concede deseos, me gustaría pedirle que fuera una historia perfecta. Porque es la historia que he escrito para ti.

Desde Entre hormigones hasta Marea, desde lo más nuevo a lo primero, desde el primer minuto hasta el último sin parar de gritar, de saltar, de cantar, de aplaudir...
Con todo lo que he hablado (y pensado) de este concierto, y con las ganas que tenía, me gustaría escribir un post super currao y super chulo, pero es que no me sale.
No me sale otra cosa que cerrar los ojos y escuchar en mi cabeza como se bañan en mis ojos (¡que se joda el mar!), como duermen conmigo (si eres piedra... ¡da igual!), como su casa está donde estás tú (los mismos ojos, la misma luz...). No se me ocurre nada mejor que decir que un verano voló y se dejó el corazón debajo de su cama, que después de pasar la noche en tu agujero salgo del portal y to me importa un huevo, que el cristal de mi pecera tan solo lo ensucias tu, y que tiene en los ojos girasoles que no saben de

Que ya estoy deseando que llegue el siguiente. Que no fue como yo pensaba, fue mucho mejor. ¿Por qué? Pues porque ahí estuvimos todos, con el corazón en los pies y contando hasta cuatro, con el corazón de mimbre (aunque anoche fuera de piedra), con el corazón alicatao hasta el techo, con el maltrecho corazón retumbando en el pecho, pintando un corazón, con el corazón debajo de la cama, despellejando un corazón... En definitiva, porque si alguien me pregunta que quiénes son esos Marea, bastará con decir que son solo unos perros verdes. Los mejores perros verdes.


que me de el aire en la cara,
que suene la guitarra de Kolibrí,
bailar de madrugada si me da la puta gana,
que suene la puerta y pregunten por mí
tus manos abiertas,
despegar los labios, verte sonreir a ti, a ti,
a ti...
{Esperando el momento...
cada vez más cerca :-D }
*
*

del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera
pero tu risa nunca
porque me moriría.
Pablo Neruda
No, billete sólo de ida. No habrá viaje de vuelta.
en la orillita del mar
mientras me mojo los pies
he empezdo a imaginar
Tú si que debes saber
si pudieras hablar...
tienes secretos que sé
nunca los vas a contar
Guarda los suspiros
de corazones rotos
y todas las mirdas
de los hombres que se sienten solos.
Dejas que la luna por la noche
te toque un poco
con la lucecita que
ilumina los sueños locos
Mi barco es de papel
pero saldré a navegar,
en la isla donde tú estés,
allí quiero naufragar
y que me huela la piel
a roca, a espuma y a sal.
Dime qué tengo que hacer
para ser tu capitán. (Fito)
¡¡¡CARBONERAAAAASSSSS!!!
(Hay findes que merecen un bis...)
Veo el ojo que me mira, no sé qué esperáis de mí. Yo que muero cada día que tú te olvidas de mí... Soy un pez en una jaula, lo que quiero y lo que no, soy todo lo que me pasa... Tú me ves, yo no... (Fito&Fitipaldis)
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