Y dirás que por qué he elegido precisamente esta. Tengo mis razones. Porque lo primero que pensé fue ¡Cuidado! Y a partir de ahí...
Quizás no fue coincidencia encontrarme contigo, tal vez esto lo hizo el destino. Lo que más quiero es dormirme de nuevo en tu pecho y que después me despierten tus besos. Lo mejor es que sé que pronto estaremos unidos, unida a esa sonrisa traviesa que vive contigo, pronto estaré en tu camino.
¿Sabes? Estoy colgando en tus manos, así que no me dejes caer, lo sabes, mi corazón está colgando en tus manos... ¡Cuidado!
¿Te acuerdas de que no perdimos la esperanza de hablar? Ni nos importó lo que decía el destino. Así que, después de eso, claro que sí, quiero tener tu fragancia conmigo y beberme de ti lo prohibido.
Mi corazón sigue colgando en tus manos.